Ya es lunes, 2:45 am y no puedo dormir, mi cabeza me bombardea de ideas en mi estado somnoliento e inexplicablemente me hace retroceder en el tiempo. Los veo a uds. entrar a la cancha con el nerviosismo previo y expectación de cada partido. Veo nítidamente a Don Juan contagiándome de su entusiasmo, escucho los bombasos de paralelas llegando al fondo de la cancha disparadas por el Búlgaro Rojas, los "oooh" del público con Piérart sorprendiendo con su talento, veo esos nicks de dos muros inesperados ejecutados por Magic Fuenza, y veo la determinación y perfección en el juego de Max. Me veo a mí también, perdiendo dos a cero, cambiándome polera para entrar al tercer set, con la convicción que no será el último..mi mano derecha, tiene sangre al igual que mi rodilla izquierda.
Escucho a Horacio González en la premiación, diciéndome que el squash es igual al ajedrez. Es un deporte de estrategia, posición, de pensar en la jugada más que buscar el punto en cada golpe. Con esa idea me quedé y mucha gente así lo piensa. De hecho esa es la leyenda urbana: squash es el ajedrez de los deportes con raqueta.
Me acabo de dar cuenta que no estoy de acuerdo, al entrar a la cancha necesitas algo más que eso. Si lo piensas, en un partido cuando te falla la cabeza, aún lo puedes ganar a puro corazón; en el ajedrez en cambio, eso significaría un jaque mate seguro.
Yo diría que el deporte hermano es el Salto con Garrocha, tu rival pone la vara, tú con tu raqueta debes alcanzar su nivel.
Abrazos, Gonzalo.
21 de marzo del 2011
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