Thursday, February 14, 2013

Patinar, nada más poco top, cool o bacán.
me cuesta sacar de mi mente la estrecha realción que existe entre este móvil y una mini falda. Cada vez que que termino de equiparme, siento que como acto de rebeldía no la usaré, ya que en mi percepción son como   separar la pizza y la cerveza.
Después de vencer ese proceso mental autoimpuesto, debo adentrarme al mundo del desplazamiento deslizante. Mis primeros movimientos son muy torpes, tipo bambi recién nacido y la probabilidad de porrazo es real y bastante alta. Mis protecciones lo delatan. sí, confieso que hasta tengo un casco. Las mamás me ponen como ejemplo frente a sus hijos en las calles. Pocas veces había sido tomado como ejemplo, ésta vez como el nerd de las protecciones.
Pero empiezan a rodar esas pequeña ruedas, y el sin sentido comienza. Desplazmaientos poco lineales que conversan con un entorno sediento de que juegues con él, la sonrisa aparece y la pena por los pobres caminantes carentes espirítu es sus andares me acongija a ratos. Las veredas, te endulzan tu andar...ponen riesgos ocultos, campos minados de baldosas saltadas, desniveles y superficies diversas...algunas masajean tu camino, otras ponen a prueba tu equilibrio. Las imperfecciones hacen que cada cuadra sea única, y me hacen conciente de cada decisión que sigo... A veces siento que todos debiéramos patinar por la vida, al menos así, nos preocuparíamos menos de como nos ven, disfrutaríaimos más del camino y posiblemente proliferarían esas esquivas minifaldas.

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